jueves, octubre 29, 2015

PRIMERA CAMPAÑA:


DESTINO DESCONOCIDO

¿Qué motiva a las personas para alejarse de su lugar de origen o en todo caso de los suyos?, ¿Qué los hace decidir tomar un rumbo distinto al de sus familiares o amigos? Mucho se habla de los factores que influyen para la migración de personas, pero acaso es por la falta de trabajo, las precarias condiciones de vida o tal vez es la disponibilidad de empleos mejor remunerados en el exterior, que las personas optan por abandonar sus hogares e iniciar uno nuevo en un lugar distinto al que ya están acostumbrados. 

Un sin número de casos se ha visto en que los niños migrantes intentan huir con la esperanza de escapar de la violencia que sufren en sus hogares, el bullying que tienen que enfrentar a diario en sus centros educativos y la falta de oportunidades que le depara su futuro, pero existen casos en los que simplemente lo hacen  para reunirse con sus padres inmigrantes. Considerable es el número de niños que  no pueden recorrer todo el camino y terminan en otro lugar donde o son deportados a su país de origen, o son abandonados en situaciones vulnerables, similares a la violencia, falta de educación y oportunidades de empleo, abuso sexual y físico y hasta  explotación económica por las que solían pasar antes de desplazarse.

La población de niños y jóvenes migrantes presenta necesidades específicas que deben ser tomadas en cuenta a la hora de pensar en políticas públicas, entre ellas, la cuestión del idioma, la integración cultural, el desarraigo con el país de origen, la separación de las familias y su reencuentro pero también la interrupción en los estudios, porque ellos son actores principales de desarrollo, son ellos quienes contribuirán a la mejora del lugar en el que son acogidos. 
Cuando el migrante es un menor, la capacidad de respuesta que requiere para hacer frente a su situación migratoria muchas veces es nula. Es en ese momento que requiere el apoyo de las instituciones y de la familia, pero sobre todo se requiere el apoyo del Estado, con políticas que permitan dar respuesta a distintas situaciones de riesgo de la migración infantil para llevar con ellos todo el proceso que implica el desplazamiento de niños a otra zona.
Teniendo en cuenta esto, los problemas se ven agravados en las poblaciones de bajos recursos o en situación de pobreza y marginalidad, donde también influye la dificultad en el acceso a la escuela, ya sea por trabas de documentación o por motivos particulares de los estudiantes; o simplemente el hecho de que no asisten a la escuela porque tienen que trabajar. Esto acarrea una menor permanencia en la escuela y logros académicos más bajos que los del promedio establecido. No se puede concluir que necesariamente los niños y jóvenes migrantes tienen mayores problemas en el acceso, permanencia y logros educativos, pero dado que el fenómeno migratorio muchas veces está vinculado a situaciones de marginalidad y pobreza, estos tres puntos son clave para la atención de estas poblaciones.

Los niños migrantes no logran desprenderse totalmente de su lugar de origen, ellos sienten la necesidad de estar rodeados de personas de su mismo entorno, de su mismo círculo sociocultural para desarrollar actividades que le permitan complementar no solo su formación académica sino también en un ámbito social. Por otro lado la relación que establecen los niños con el lugar al que se han desplazado no es más que un reencuentro de nuevas costumbres y estilos de vida que en un principio les será ciertamente difícil hacerlo parte de sus hábitos, pero con el transcurrir del tiempo y el apoyo necesario, ellos mismos lograrán adaptarse a su nuevo ritmo de vida.
Las redes familiares o de conocidos que viven en el lugar de destino son un elemento importante a la hora de conseguir trabajo e integrarse en  la nueva comunidad. La familia, es un referente muy fuerte para amortiguar la  llegada a un lugar nuevo.

Existen muchos casos basándose en que la reunificación familiar sirve como ruta de ingreso a un país nuevo por parte de diferentes  miembros de la familia. Se tratan temas tales como el status migratorio, el acceso a la educación, al  mercado laboral, a la seguridad social, o a la salud para ingresar a un país, pero los casos de reunificación familiar planificada son abordados con mayor facilidad.

Pero, ¿qué pasa con estos niños o jóvenes al salir de su lugar de origen?, acaso cuando cruzan las fronteras de su país se les anula los derechos como seres humanos, o es tal vez, que el simple hecho de traspasar las líneas limítrofes hacen que pierdan valor como personas. Muchas son las razones por las que niños y jóvenes abandonan sus tierras por ir en busca de un mejor porvenir, los motivos son muchos, ya hemos abordado ese punto, ahora bien, lo más conveniente es realizar un constante seguimiento a los niños y jóvenes que se desplazan por distintas zonas, para asegurarse que su destino no será incierto, que no pasarán las mismas desventuras o que no tendrán que enfrentar problemas de desempleo o educación, quizá esto sea lo más recomendable pero para ello, se necesita apoyo y no solo desde un ámbito  social, sino también político.

La labor que viene realizando la Fundación Tierra de Hombres, a través de su campaña denominada “Destino Desconocido” es promover la protección de menores que se encuentran en zonas alejadas de su lugar de origen, proponen la igualdad de derechos como personas, que los niños en movimiento  deben ser tratados de la misma forma que aquellos niños que nacieron en los lugares que son considerados como asilos, porque ellos tienen el derecho de buscar un futuro mejor.
El trabajo se viene realizando en tres fases, la primera consiste en la toma de consciencia mostrando la 
realidad que afrontan los niños en movimiento al encontrarse en un lugar distinto al de su procedencia y por otro lado la información que se brinda con respecto a la violación de los Derechos Humanos por la vulnerabilidad que afrontan al encontrarse desprotegidos. La segunda fase está enfocada a los proyectos que desarrollen soluciones y propongan estrategias que puedan aplicarse para que los niños en movimiento se sientan seguros y protegidos estando fuera de su lugar de origen. Para la tercera fase se busca conseguir ayuda legal para tratar con niños o jóvenes migrantes, buscar soluciones legales que le permitan acceder a los beneficios que todo ser humano posee desde su concepción. 
La campaña se viene desarrollando con mucho éxito, ya que en la actualidad cuentan con más herramientas para integrar a los niños en movimiento, sobre todo  desde la incorporación de la perspectiva intercultural, aunque todavía sea en algunos casos  incipiente y no esté completamente articulada y estructurada.
Es importante resaltar que las políticas deben estar orientadas  a hacer frente a la diversidad étnica y cultural, a la desigualdad social, y a la preservación de los derechos de los personas, en este caso a los niños y jóvenes migrantes y contribuir en base a ello, a la adaptación de nuevos estilos de vida con un seguimiento oportuno y constante.
El desafío para las políticas públicas implica poder integrar en un estado plural y democrático a las distintas poblaciones que habitan en su territorio, habilitando con ello el juego democrático, y generando de esta manera nuevos espacios de diálogo y de convivencia en la sociedad.

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