DESTINO DESCONOCIDO
¿Qué motiva a las personas
para alejarse de su lugar de origen o en todo caso de los suyos?, ¿Qué los hace
decidir tomar un rumbo distinto al de sus familiares o amigos? Mucho se habla
de los factores que influyen para la migración de personas, pero acaso es por
la falta de trabajo, las precarias condiciones de vida o tal vez es la
disponibilidad de empleos mejor remunerados en el exterior, que las personas
optan por abandonar sus hogares e iniciar uno nuevo en un lugar distinto al que
ya están acostumbrados.
Un sin número de casos se ha visto en que los niños
migrantes intentan huir con la esperanza de escapar de la violencia que sufren
en sus hogares, el bullying que tienen que enfrentar a diario en sus centros
educativos y la falta de oportunidades que le depara su futuro, pero existen
casos en los que simplemente lo hacen para
reunirse con sus padres inmigrantes. Considerable es el número de niños que no pueden recorrer todo el camino y terminan
en otro lugar donde o son deportados a su país de origen, o son abandonados en
situaciones vulnerables, similares a la violencia, falta de educación y
oportunidades de empleo, abuso sexual y físico y hasta explotación económica por las que solían pasar
antes de desplazarse.
La
población de niños y jóvenes migrantes presenta necesidades específicas que deben
ser tomadas en cuenta a la hora de pensar en políticas públicas, entre ellas, la
cuestión del idioma, la integración cultural, el desarraigo con el país de
origen, la separación de las familias y su reencuentro pero también la
interrupción en los estudios, porque ellos son actores principales de
desarrollo, son ellos quienes contribuirán a la mejora del lugar en el que son
acogidos.
Cuando el
migrante es un menor, la capacidad de respuesta que requiere para hacer frente
a su situación migratoria muchas veces es nula. Es en ese momento que requiere
el apoyo de las instituciones y de la familia, pero sobre todo se requiere el
apoyo del Estado, con políticas que permitan dar respuesta a distintas
situaciones de riesgo de la migración infantil para llevar con ellos todo el
proceso que implica el desplazamiento de niños a otra zona.
Teniendo
en cuenta esto, los problemas se ven agravados en las poblaciones de bajos
recursos o en situación de pobreza y marginalidad, donde también influye la
dificultad en el acceso a la escuela, ya sea por trabas de documentación o por motivos
particulares de los estudiantes; o simplemente el hecho de que no asisten a la
escuela porque tienen que trabajar. Esto acarrea una menor permanencia en la
escuela y logros académicos más bajos que los del promedio establecido. No se
puede concluir que necesariamente los niños y jóvenes migrantes tienen mayores
problemas en el acceso, permanencia y logros educativos, pero dado que el
fenómeno migratorio muchas veces está vinculado a situaciones de marginalidad y
pobreza, estos tres puntos son clave para la atención de estas poblaciones.
Los niños migrantes no logran desprenderse totalmente
de su lugar de origen, ellos sienten la necesidad de estar rodeados de personas
de su mismo entorno, de su mismo círculo sociocultural para desarrollar
actividades que le permitan complementar no solo su formación académica sino
también en un ámbito social. Por otro lado la relación que establecen los niños
con el lugar al que se han desplazado no es más que un reencuentro de nuevas
costumbres y estilos de vida que en un principio les será ciertamente difícil
hacerlo parte de sus hábitos, pero con el transcurrir del tiempo y el apoyo
necesario, ellos mismos lograrán adaptarse a su nuevo ritmo de vida.
Las redes
familiares o de conocidos que viven en el lugar de destino son un elemento
importante a la hora de conseguir trabajo e integrarse en la nueva comunidad. La familia, es un
referente muy fuerte para amortiguar la
llegada a un lugar nuevo.
Existen
muchos casos basándose en que la reunificación familiar sirve como ruta de
ingreso a un país nuevo por parte de diferentes
miembros de la familia. Se tratan temas tales como el status migratorio,
el acceso a la educación, al mercado
laboral, a la seguridad social, o a la salud para ingresar a un país, pero los
casos de reunificación familiar planificada son abordados con mayor facilidad.
Pero, ¿qué pasa con estos niños o jóvenes al salir
de su lugar de origen?, acaso cuando cruzan las fronteras de su país se les
anula los derechos como seres humanos, o es tal vez, que el simple hecho de
traspasar las líneas limítrofes hacen que pierdan valor como personas. Muchas
son las razones por las que niños y jóvenes abandonan sus tierras por ir en
busca de un mejor porvenir, los motivos son muchos, ya hemos abordado ese
punto, ahora bien, lo más conveniente es realizar un constante seguimiento a
los niños y jóvenes que se desplazan por distintas zonas, para asegurarse que
su destino no será incierto, que no pasarán las mismas desventuras o que no
tendrán que enfrentar problemas de desempleo o educación, quizá esto sea lo más
recomendable pero para ello, se necesita apoyo y no solo desde un ámbito social, sino también político.
La labor que viene realizando la Fundación Tierra
de Hombres, a través de su campaña denominada “Destino Desconocido” es promover
la protección de menores que se encuentran en zonas alejadas de su lugar de
origen, proponen la igualdad de derechos como personas, que los niños en
movimiento deben ser tratados de la
misma forma que aquellos niños que nacieron en los lugares que son considerados
como asilos, porque ellos tienen el derecho de buscar un futuro mejor.
El trabajo se viene realizando en tres fases, la
primera consiste en la toma de consciencia mostrando la
realidad que afrontan los niños en movimiento al encontrarse en un lugar distinto al de su procedencia y por otro lado la información que se brinda con respecto a la violación de los Derechos Humanos por la vulnerabilidad que afrontan al encontrarse desprotegidos. La segunda fase está enfocada a los proyectos que desarrollen soluciones y propongan estrategias que puedan aplicarse para que los niños en movimiento se sientan seguros y protegidos estando fuera de su lugar de origen. Para la tercera fase se busca conseguir ayuda legal para tratar con niños o jóvenes migrantes, buscar soluciones legales que le permitan acceder a los beneficios que todo ser humano posee desde su concepción.
realidad que afrontan los niños en movimiento al encontrarse en un lugar distinto al de su procedencia y por otro lado la información que se brinda con respecto a la violación de los Derechos Humanos por la vulnerabilidad que afrontan al encontrarse desprotegidos. La segunda fase está enfocada a los proyectos que desarrollen soluciones y propongan estrategias que puedan aplicarse para que los niños en movimiento se sientan seguros y protegidos estando fuera de su lugar de origen. Para la tercera fase se busca conseguir ayuda legal para tratar con niños o jóvenes migrantes, buscar soluciones legales que le permitan acceder a los beneficios que todo ser humano posee desde su concepción.
La campaña se viene desarrollando con mucho éxito,
ya que en la actualidad cuentan con más herramientas para integrar a los niños
en movimiento, sobre todo desde la
incorporación de la perspectiva intercultural, aunque todavía sea en algunos
casos incipiente y no esté completamente
articulada y estructurada.
Es importante resaltar que las
políticas deben estar orientadas a hacer
frente a la diversidad étnica y cultural, a la desigualdad social, y a la preservación
de los derechos de los personas, en este caso a los niños y jóvenes migrantes y
contribuir en base a ello, a la adaptación de nuevos estilos de vida con un
seguimiento oportuno y constante.
El desafío para las políticas públicas
implica poder integrar en un estado plural y democrático a las distintas
poblaciones que habitan en su territorio, habilitando con ello el juego
democrático, y generando de esta manera nuevos espacios de diálogo y de convivencia
en la sociedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario